Tengo muchos quehaceres. Es muy difícil. Mañana yo estudio. ¿Cuántas veces no nos vemos procrastinando y vamos dejando todo para después? Y en el momento que necesitamos otro idioma, en el trabajo o en un viaje, sentimos las ganas de saber hablar bien “como aquella persona” y un arrepentimiento, pues tú ya estudias inglés/ francés, español, hace 1, 2, 3 o más años. Ahora piénsalo, ¿cómo sería si hablaras tal idioma “como aquella persona” (su jefe, colega de trabajo, amigo), si no tuvieras que preocuparte o traducir? ¿Si la lengua simplemente fluyera sin que quemaras las neuronas? Este sueño es posible, pero para lograrlo: “Hazlo” (apenas faça). Así de simple. Recoge hoy tu cuaderno y las tareas de casa retrasadas, abre un sitio de noticias, mira un video, escucha un podcast. Haz algo.
Desarrollado en la década de 80 por Dan Weiden, el exitoso slogan de Nike, además de elevar las ventas de la marca, incentiva hasta la fecha profesionales y principiantes de todo el mundo por ser simple y directo al punto. Si para que logres las metas e ir además de tus límites en el deporte se requiere esfuerzo y determinación, en el aprendizaje de un idioma no es diferente. Tampoco veremos avances significativos tras un día, pero con el tiempo, valdrá la pena. A continuación, hay cuatro dicas esenciales a los atletas y alumnos.
Muévete
Es muy probable que tengamos motivos para no estudiar: “Fue un día lleno”, “Me siento muy cansado”, “Estoy con pereza”, “Necesito trabajar hasta más tarde”. Si tú esperas por las condiciones ideales, ellas no sucederán. Dificilmente te despertarás motivado para estudiar inglés/ alemán / francés, o llegarás en casa dispuesto. Así que el secreto es moverte mismo que no sea la condición ideal. Hazlo. El mundo ideal y perfecto no existe en realidad, pero es posible añadir momentos de estudios mismo que tengamos una rutina loca.
Además de eso, ¿notaste como es difícil volver a estudiar después de quedarte un rato parado? Cuando adquirimos el ritmo todo se hace más fácil. Pero es necesario dar ese primer paso.
Consistencia
Todos saben que entrenar solo un día, mismo que horas, no genera los resultados esperados. El aprendizaje exige, como el deporte, la práctica regular, la consistencia. Quizás sea este el mayor reto y lo que separa aquellos que realmente aprenden de los que se quedan años con la misma dificultad.
Muchas barreras aparecerán, pues no es fácil crear y mantener un nuevo hábito, pero considerando que el conocimiento se construye día tras día, gradualmente, vemos que la consistencia es imprescindible.
Ten una meta posible
De hecho, necesitamos establecer metas, sin embargo, para garantizar que lograrás tener la constancia, crea una meta real. En el mundo real yo necesitaría estudiar durante una hora al día, pero lo que consigo hacer en realidad son 20 minutos. Puede que parezca poco delante de lo ideal, pero traerá mucho más resultado si lo hago todos los días, en lugar de eventualmente estudiar una hora.
Cuando pensamos en metas muy difíciles, nuestro miedo impacta negativamente el proceso y frecuentemente desistimos.
Visualiza y cree
Hoy oímos acerca del poder de visualizar lo que deseamos y muchas veces no nos importamos. Pero, usamos eso siempre de manera negativa: “No va a funcionar”, “No soy capaz”, “No consigo cambiar”. Nuestro desafío es usar tal poder que ya lo tenemos para que cosas buenas sucedan. Cierra los ojos e imagina esto que deseabas pasando ahora (y no en un futuro lejano e hipotético). Siente la alegría y la satisfacción del momento. Muchos atletas dicen que antes de una carrera o partido, ya se proyectan en el final y campeones. Nuestra mente tiene un poder que ni siquiera lo imaginamos.
Al fin, cree que es posible. Y ten la certeza que consigues y eres capaz de aprender para llegar en este momento. Creer nos ayuda a movernos, crear metas y nos hace firmes.
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