Si le preguntamos a algunos de los mayores atletas sobre el secreto del éxito, la mayoría dirá: consistencia. Atleta o no, ¿lo que vuelve las personas famosas y exitosas distintas de ti y de mí? ¿Es una habilidad natural? ¿Acceso a recursos? ¿Solo suerte? Obviamente los tres factores pueden estar presentes. Sin embargo, por más que la genética, el ambiente o la casualidad estén a su favor, nadie puede tener éxito consistente sin la práctica frecuente de comportamientos alineados al objetivo. La buena noticia es que consistencia es algo que se puede controlar.
¿Por qué ser consistente? A tu cerebro le encanta la constancia y la previsibilidad
Tu cerebro fue creado para ayudarte a sobrevivir. Para alcanzar ese objetivo, él necesita encontrar modos de disminuir la incerteza. Ella trae el riesgo del peligro, activando en tu cuerpo el modo "resistir o huir" ante la menor amenaza.
Debido a esto, tu cerebro se encuentra confortable en la consistencia, lo que reduce la incerteza al hacer las cosas previsibles.
Estudios demuestran que a nuestro cerebro le encanta la previsibilidad y le gusta también la regularidad. Así que, ¿Por qué es difícil obedecer un cronograma de creación de contenido, correr por las mañanas o seguir en el mismo cargo todos los días? Bueno ... en un raro giro de las conexiones neurológicas, a tu cerebro también le gustan cosas nuevas y fáciles.
Barreras a la consistencia - a tu cerebro también le gusta lo nuevo y la comodidad
Para volver el asunto algo más complejo, al cerebro también le gustan recompensas y asociar las novedades con ellas. Cuando algo inesperado pasa, algo que no sea negativo, él libera dopamina – el neurotransmisor del "bienestar ", lo que lo incentiva a explorar una recompensa.
Anticipar una recompensa suele ser lo que orienta las decisiones cuando uno establece una meta por primera vez. Otro estudio descubrió que cuando decidimos alcanzar determinado objetivo, el enfoque em la recompensa atractiva asociada a él y no en el esfuerzo requerido, pero que cuando empezamos a portarnos de acuerdo con la necesidad para lograr la meta, el enfoque se encuentra más en el esfuerzo y se pierda la recompensa de la perspectiva.
La fascinación de una recompensa sigue allí (sea cual sea el objetivo), pero cuando uno no la ve por semanas, a veces meses, porque se requiere mucho esfuerzo. Así el cérebro regresa al modo de sobrevivencia y busca modos para ahorrar energía. Entonces, si tienes la oportunidad de dormir hasta más tarde en lugar de despertarte temprano o practicar ejercicios físicos — ¿Qué crees que él va a preferir?
Resumiendo, mientras tu cerebro se encuentra confortable em la previsibilidad, él se divierte con cosas nuevas, gratificantes y fáciles — y frecuentemente, las tres últimas características están en conflicto con los comportamientos necesarios para ser productivo.
¿Qué puedes hacer para superar los deseos en conflicto? ¿Cómo superar los obstáculos para ser consistente?
1. Crear intenciones de implementación
Cuando tus objetivos son muy amplios es porque no hay claridad sobre lo que quieres y tú dejas tu cerebro con muchas decisiones para tomar: “¿Qué hacer?”, “¿Cuándo hacer?” “¿Por qué?”, y cuando tu cerebro descubre las respuestas para tales preguntas estará agotado e nada será tan deseado como comer pochoclo y asistir a Netflix, pues tu cerebro merece esa recompensa. El mejor abordaje sobre una meta es escribir una intención de implementación, que especifica un día, hora y lugar para realizar el comportamiento deseado. Por ejemplo, “Em la semana a las 5h30, me quedaré 30 minutos trabajando em mis artículos em la mesa de la cocina”. En una declaración sencilla, tú le dices al cérebro cuando, donde y qué hacer — eliminando cualquier decisión innecesaria. Eso aumenta considerablemente la probabilidad de que sigas adelante con tu meta.
2. Disminuir la fricción
Para sobrevivir el cerebro necesita conservar energía, así que si tu nuevo hábito requiere energía extra, es menos probable que lo mantengas. La solución es eliminar la fricción siempre, o sea, quitar los obstáculos de tu camino – si las cosas no están en un lio se quedan menos accesibles, aumentando el esfuerzo para alcanzar tus herramientas, ya sea una pluma, un libro o la cinta de carrera. Para más productividad, prepara tu ambiente para hacer tus hábitos más fáciles y sencillos. Pon las cosas en rincones obvios para desbloquear el comportamiento siguiente deseado y hazlo automático siempre que lo puedas, usando las notificaciones del teléfono, por ejemplo, para recordar los horarios para empezar determinada tarea o los días para trabajar determinado proyecto.
3. Metas intermediarias
Resultados son importantes pero con tu meta ellos pueden quedarse muy lejos y tu cerebro no va a tener las recompensas inmediatas que él quiere, así que en lugar de definir la meta “lograr un cargo más elevado”, pues eso involucrará esfuerzo, dedicación y cierto tiempo, y no está bajo tu control pues alguien tendrá que promocionarte, lo ideal es establecer metas de aprendizaje que en lugar de enfocarse en el resultado final, enfoquen el aprendizaje a lo largo del recorrido – en lugar de desear la promoción, quieres dominar un software, hacer un curso de gestión de personas, un MBA y trabajar habilidades de liderazgo, lo que va a contribuir con pequeñas victorias en el camino hasta la promoción. Eso ayudará a tu cerebro tener la dopamina que necesita y mantener en enfoque en las coas que puedes controlar.
4. Disciplina
Depender de la fuerza de voluntad es algo ingenuo. Personas disciplinadas, por otro lado, consiguen estructurar sus vidas sin necesitarla, ya que no pierden tiempo con situaciones “tentadoras”. Por eso, comprométete y un comportamiento deseado, impidiendo que ni siquiera te acerques de la tentación por el tiempo necesario. Hay personas que tienen cronómetros en sus neveras o incluso un cofre para encerrar su celular a partir de determinada hora. Eso se hace llamar un pacto de Ulisses – En lugar de confiar en la fuerza de voluntad, te pones en posiciones en las cuales no logras escapar, pero que ayudarán a cumplir cada meta u objetivo.
5. Estar por encima de las emociones
Los atletas saben que, para llegar a la excelencia, la consistencia es fundamental, pero el aburrimiento, frustración y el cansancio son inevitables tras algún tiempo. Hacer lo mismo por mucho tiempo es la antítesis de la búsqueda del cerebro por recompensas inmediatas, aunque eso sea crucial para el éxito, entonces haz una pausa para tu cerebro relajarse o dale la dosis de dopamina que él tanto desea, al añadir variedad en tu rutina. Tal variedad no significa que no harás la misma cosa, o que é innecesario, pero puedes cambiar el lugar, por ejemplo, donde entrenas, estudias o escribes. Hay muchos modos para mantener la vida interesante y al mismo tiempo, mantener la consistencia. Ambos no necesitan ser mutuamente exclusivos.
Y recuerda: ¡ Da igual tus genes, educación o suerte, mantener la consistencia te llevará al éxito!
Comentarios